Gracias a su destacada labor como instructor en el taller municipal de tenis, Jaime Rojas Toro, recibiĆ³ un reconocimiento por parte de uno de sus estudiantes, quien lo describiĆ³ como un profesor dedicado, amable, con buena voluntad y gran capacidad para fomentar el desarrollo fĆsico y humano de sus alumnos.
Ā«Esta es una historia de esas personas que trabajan en silencio, que se ganan el respeto por sus acciones y valores, de esos hĆ©roes locales que merecen un espacio para ser destacadosĀ», expresĆ³ Juan Pablo Vera Sandoval, estudiante del taller.
El programa, realizado desde marzo hasta septiembre de 2024 en el Club de Tenis, contaba con una sesiĆ³n semanal y comenzĆ³ con unos diez participantes. Algunos de ellos carecĆan de la implementaciĆ³n necesaria, pero el profesor Jaime inculcĆ³ desde el inicio un mensaje claro: lo importante era asistir y tener ganas de aprender.
Aunque la asistencia disminuyĆ³ durante los meses mĆ”s frĆos del invierno, debido a las bajas temperaturas, la falta de luz en las tardes y otros motivos, el profesor Jaime logrĆ³ crear una sinergia que motivĆ³ a los participantes a continuar.
Ā«AsĆ fue como seguimos con las clases, aunque algunos tuvieron que abandonar porque sus horarios no coincidĆan. A pesar de eso, el profesor hizo esfuerzos para adaptar los horarios y permitir que la mayorĆa pudiera asistirĀ», relatĆ³ Juan Pablo.
Juan Pablo explicĆ³ que decidiĆ³ unirse al taller para llevar una vida mĆ”s activa, dado que su trabajo lo mantenĆa en una rutina sedentaria. AdemĆ”s, siempre habĆa querido practicar tenis, un deporte que le apasionaba.
Ā«Pesaba entre 85 y 90 kilos, pero gracias al taller municipal bajĆ© a un promedio de 70 kilos. No solo mejorĆ© mi condiciĆ³n fĆsica, sino que encontrĆ© una forma entretenida, a la que antes no tenĆa acceso, para entretenermeĀ», explicĆ³.
Gracias al esfuerzo que ponĆa en el taller, el profesor Jaime, desde su vocaciĆ³n y pasiĆ³n por este deporte, le destinĆ³ desinteresadamente tiempo adicional fuera del taller, solo con el propĆ³sito de ver crecer a su estudiante, acciĆ³n que Juan Pablo agradece:
Ā«Entrenaba los dĆas del taller y tambiĆ©n fuera de Ć©l. Terminaba yendo dos o tres veces por semana al club, porque el profesor destinaba una hora de su tiempo de forma gratuita para que yo pudiera seguir entrenando sĆ³lo, porque veĆa disciplina y constancia. Nadie, en teorĆa, te regala dos horas de su tiempo, o tres, porque ve que hay alguien se puede desarrollarĀ», comentĆ³ Juan Pablo.
AdemƔs, Jaime se encargaba de facilitar implementos deportivos a los participantes y, cuando la asistencia era baja, participaba en los entrenamientos para mantener el entusiasmo.
Ā«Si no tenĆamos equipamiento, Ć©l facilitaba su raqueta. Siempre mostrĆ³ una gran predisposiciĆ³nĀ», destacĆ³.
La motivaciĆ³n generada por el profesor impactĆ³ tambiĆ©n en la familia de Juan Pablo:
Ā«Hacer deporte motivĆ³ a mis hijos, que son gemelos de 5 aƱos, a practicar tambiĆ©n. Ahora me dicen āpapĆ”, vamos a entrenarā. Esto no habrĆa sucedido si el profesor simplemente se hubiera limitado a cumplir con su horarioĀ», seƱalĆ³.
Con el tiempo, incluso la familia de Juan Pablo comenzĆ³ a asistir a los entrenamientos, despertando en sus hijos Matteo y Felipe, el interĆ©s por el deporte desde pequeƱos.
Ā«Durante este tiempo he visto cĆ³mo se da el tiempo y dedicaciĆ³n de apoyar el desarrollo paulatino de sus alumnos, de facilitar espacio y tiempo para poder practicar y por sobre todo, en funciĆ³n de la implementaciĆ³n disponible, sacar el mĆ”ximo provecho a cada alumno o practicante con el que entrenaĀ», concluyĆ³.
Jacqueline LeĆ³n

La entrada Profesor de tenis de San Felipe inspira con su dedicaciĆ³n y compromiso se publicĆ³ primero en Diario El Trabajo.